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Crónicas del Fun & Serious: Ian Livingstone

Cuando sube al escenario un ponente que puede poner entre sus primeras slides una foto suya, por ejemplo, con Gary Gygax o Steve Jackson, ya sabes que estás viviendo una oportunidad especial para escuchar ideas e inspirarte.

Si además el ponente se apellida Livingstone, aproximadamente el año en que tú naciste él ya andaba abriendo una tienda llamada Games Workshop y que en años sucesivos, mientras tu "vivías la vida loca" (más o menos) su nombre quedaba ligado a conceptos como Dungeons & Dragons, Fighting Fantasy Books o Tomb Raider, sabes que tras la subida al escenario de dicho ponente podrías pegarte el resto de la presentación haciéndole la ola y te quedarías corto. Porque se lo merece.

 He tenido la suerte de escuchar a Ian Livingstone la semana pasada en el Fun & Serious Festival de Bilbao, exponiendo con esa mezcla de seriedad y humor tan británica las bondades del juego y los motivos por los que debemos abrazarlo en todos los ámbitos de nuestra vida como se merece: Como una forma natural de aprender, liberándolos de prejuicios caducos que los relegan a determinadas edades o ámbitos (normalmente cuanto más alejados del mundo académico y profesional, mejor).

Usemos el aprendizaje "informal"en ámbitos "formales"

En la breve conversación que pude mantener con él durante la comida (excelente organización del evento, excelente trato a todos los que fuimos de ponentes y excelente gastronomía, por cierto) lo más fascinante de este profesional es que sus argumentos te convencen como en un juego: no se trata de que utilice su experiencia o sus éxitos pasados para sentar cátedra sobre lo que debería ser (que podría hacerlo) sino que una conversación de unos minutos con él te abre una ventana, te muestra el mundo de posibilidades que hay tras sus ideas, y te invita a probar ese gameworld, a expandirlo, a contribuir y por último a sacar tus propias conclusiones de la experiencia.

En su presentación, Mr. Livingstone nos invita a recuperar la confianza en los alumnos, a convertir la escuela (y puedo añadir: el trabajo) en un lugar donde hacer tareas divertidas y a reforzar la construcción de un verdadero aprendizaje social, autónomo, donde el rol del que ofrece contenidos y del que los recibe pasa a estar bastante más difuminado.

Los juegos como la forma natural de adquirir habilidades
Por supuesto, no se trata de ideas exclusivamente suyas, pero lo cierto es que con sus acciones y sus palabras, Ian Livingstone esta siendo un catalizador hacia un paradigma educativo donde los criterios lúdicos tienen cabida junto a los criterios de eficiencia.

Y lo mejor es que Ian Livingstone podría estar haciendo esto simplemente porque puede, puede influir gracias a su experiencia y sus éxitos. Pero yo sospecho que lo hace, sobre todo, porque quiere. Y porque cree en ello.

En nombre de todos los que creemos: Gracias por inspirar, Sr. Livingstone.

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